ES MUY SENCILLO: TODO LO QUE NECESITAS ES UN PAÑO HÚMEDO O UNA ESPONJA.
La piel debe estar limpia y seca antes de aplicar el tatuaje, de lo contrario no se adherirá. Así que asegúrate de haber limpiado bien tu piel antes. Para un mejor efecto, elige un lugar de tu cuerpo que tenga poco vello (o incluso afeitado).
Recorta el tatuaje dejando aproximadamente 1 cm de margen. Después de recortar, retire la película de plástico.
Coloque el tatuaje (cara anterior) sobre la piel.
Utiliza una esponja o paño húmedo para frotar y humedecer todo el tatuaje.
Espera unos segundos y despega con cuidado el papel de una esquina. Frote el tatuaje cuidadosamente con la esponja o el paño.
Procura no estirar ni retorcer la piel durante unos 10 minutos hasta que el tatuaje esté completamente fijado.